Que canten las mujeres su canción desconsolada al borde de los ríos
mientras dios aprende la nobleza que hay en el galope del caballo
Que la sombra del verano nos enseñe el sol sin muerte del poema
mientras la noche en los balcones inventa la larga migración de los amantes
Que hable el sol sobre un claro de musgo a las tres de la tarde
mientras aprendemos que nuestros viajes no son en vano
Que aprendamos a escribir con la voz diletante del presentimiento
mientras obtenemos la imagen oblicua y vertiginosa del além[1]y creemos que alguien nos espera al fondo del pasillo
Que las voces de la lluvia oculten el misterio de los días
mientras la esperanza se oculta en el vuelo de los pájaros y el clamor de las palomas que recorren ciudades y parques de cada día
Que canten siempre las mujeres su canción al borde de los ríos
mientras los hombres seguimos creyendo inútilmente que alguien nos espera al fondo del pasillo. Juan Pablo Roa
Nota
[1] Além: Voz portuguesa que significa, literalmente, «más allá».